Arte y Ciencia Microfluídica
2014
Asesor científico Patrick Tabeling y Fabrice Monti, laboratorio MMS, ESPCI.
Diseño del sistema de proyección y mobiliario Adrien Bonnerot
Como parte del programa Interacción Reflexiva/EnsadLab
(Laboratorio de investigación de la Escuela Nacional de Artes Decorativas).
Con el apoyo de Paris 1 Panthéon Sorbonne y PSL
Traffic pretende proyectar la imagen de la materia en movimiento, como si de una película se tratase. Un circuito que contiene un fluido, cuyos canales son del tamaño de un cabello, se encuentra en un sistema de proyección óptica y su imagen se magnifica cien veces. Las gotas, inmiscibles, pasan por estos canales como tantas unidades de datos en un continuo analógico. Sus formas son perfectas y su movimiento muy regular porque el fluido es laminar en estas dimensiones. Las operaciones de división o inclusión entre las gotas tienen lugar ante nuestros ojos, evocando en su regularidad las imágenes de los primeros juegos de computadora. La circulación de las gotas que continúa sin fin da una imagen digitalizada del fluido. Es el particular diseño del circuito por el que circulan lo que permite operar sobre las gotas, en una relación dinámica entre forma y materia.
El dispositivo inventado para la ocasión, un apodoscopio*, permite ver simultáneamente el mismo objeto según dos escalas de tamaño disjuntas. Una especie de visión de paralaje, el cambio de posición del observador en el espacio se reemplaza por un cambio de posición en la escala de dimensiones. Ofrece una visión descentrada, capaz de alternar entre la subjetividad macroscópica (que vemos muy pequeña) y el descubrimiento mesoscópico (que vemos muy grande, proyectado en la pared). Allí se domina totalmente la materia líquida. El sistema de ampliación no utiliza ningún sistema de captura digital. Al contrario de la visión binocular de un microscopio que sólo se abre sobre el campo observado en dos puntos, con dimensiones muy reducidas en el espacio, la imagen ampliada cubre el campo de visión del espacio del espectador, que se encuentra envuelto.
La experiencia de percepción que se ofrece se divide, la atención se centra tanto en el objeto original como en su imagen ampliada. Las relaciones que se crean entre ambos -descubrir en grande todo lo que sucede en diminutos trazos del tamaño de un cabello- pueden constituir un conocimiento sensible que se establece de forma iterativa. El reajuste que se produce paulatinamente a partir de nuestra percepción de los hechos es parte de un proceso de aprendizaje. El nacimiento también de la intuición de que en los intersticios de la materia se esconden acciones muy pequeñas.
